En los últimos años del siglo XV, María López de Emparan y Ana Uranga, que oficiaban como seroras en la hoy desaparecida ermita de San Pedro de Elormendi decidieron constituir un beaterio acogiéndose a la regla de la Orden Franciscana.
Tras profesar los votos se instalaron en una casa particular cedida por los padres de María López de Emparan, que se fue ampliando sucesivamente con la adquisición de casas y huertas próximas hasta configurar un primer convento.
A pesar de que hacia el año 1529 la comunidad había comprado un solar extramuros de la villa para edificar en él un nuevo convento, fue en 1567 cuando el Obispo de Pamplona D. Diego Ramírez Sedeño concedió la licencia para su construcción.
El autor de la traza debió de ser el arquitecto franciscano Fray Miguel de Aramburu, encargándose de la realización de los trabajos de cantería el maestro cantero Martín de Armendi y de los de carpintería Juan de Errasti y Juan de Azpiazu.
A finales del siglo XVI, los maestros canteros Pedro y Gracián de Egaña se comprometieron a construir el claustro y Martín de Garmendia a hacer lo relativo a la carpintería y yesería. Estas obras debieron de quedar ultimadas hacia 1605.
La iglesia, de planta de cruz latina con bóvedas de cañón a lo largo de la nave y cúpula sobre el crucero, fue construida por los canteros Martín de Gárate y Juan de Larrar, según planos de Fray Miguel de Aramburu, entre 1663 y 1677, año en que se procedió a su solemne inauguración que tuvo lugar el día 4 de Octubre de 1677.
El retablo mayor actual es de mediados del siglo XVIII, obra de Ignacio de Ibero. Por esas fechas, año 1751, se cegaron los arcos del claustro.
Tanto el Convento propiamente dicho como su iglesia se encuentran en la actualidad muy bien conservados gracias a la atención que diariamente les prestan las Monjas Concepcionistas Franciscanas.
OBRAS SUBVENCIONADAS
Rehabilitación de la cubierta y restauración de la torre.
IMPORTE DE LA SUBVENCION
Plan 1994: 5.000.000 ptas.
Plan 1995: 550.000 ptas.
Plan 1996: 4.500.000 ptas.