Palacio urbano exento de planta cuadrangular, tres alturas y cubierta a cuatro aguas de gran vuelo con dos hileras de canes tallados.
Fue construido en el siglo XVII y aunque actualmente alberga varias viviendas, conserva casi en su integridad gran parte de sus elementos constructivos originales: muros de carga, la estructura interior de madera, tarimas y artesonados, zaguán de acceso, escalera, etc.
La fachada principal no es la que da frente a la calle sino una lateral, por la que, atravesando un pequeño jardín, se accede al interior del edificio. En el centro de la misma, a la altura de la planta primera, presenta un escudo con las armas de Oñaz y Loyola.
Actualmente se han habilitado dos viviendas en las dos plantas inferiores, manteniendo intactos los espacios y elementos constructivos fundamentales como el zaguán, la escalera, los muros de carga, los tabiques de distribución originales, los forjados, etc. Apuntaremos como dato singular, que en las obras de rehabilitación se detectó la existencia de un relleno de arena en dos capas de distinto color y textura, en el espacio existente entre la tarima de la planta noble y el artesonado del techo de la planta baja. Suponemos que su misión era dar rigidez a los forjados de madera y servir además de aislamiento acústico.
Este inmueble está declarado Bien Cultural Calificado por Orden de 17 de Enero de 1964.
OBRAS SUBVENCIONADAS
Rehabilitación de la cubierta, restauración de los aleros tallados y rehabilitación integral del interior.
IMPORTE DE LA SUBVENCION
Plan 1997: 4.000.000 ptas.