Como otras dedicadas a San Sebastián, al que la tradición considera protector de caminantes y peregrinos, esta ermita también fue erigida al borde de un camino. Aunque de origen antiguo, parece ser que fue reconstruida en el año 1728.
Es un pequeño templo de planta rectangular y ábside ochavado. La cubierta es a dos aguas con el caballete perpendicular a la fachada principal rematándose en la zona de la cabecera con un faldón en cola de milano.
Los muros de mampostería revocada y pintada sobresalen ligeramente en dicha fachada principal presentando sus testas en sillería de piedra caliza. La puerta de acceso está retranqueada con respecto a la línea de fachada, formándose un pequeño porche con pavimento de losas de piedra. En la planta superior el cierre de fachada es de entramado de madera visto con entrepaños revocados y pintados.
En el interior hay un coro a los pies con estructura de madera y en la cabecera un pequeño retablo presidido por una talla del santo titular.
Como consecuencia de la filtración de agua de lluvia a través de la cubierta, a finales de 1988 se derrumbó el cielo raso que cubría la nave, al fallar uno de los durmientes laterales.
OBRAS SUBVENCIONADAS
Reconstrucción de la cubierta y acondicionamiento interior del templo introduciendo un pavimento nuevo de losetas de pizarra.
IMPORTE DE LA SUBVENCION
Plan 1991: 800.000 ptas.