Aunque visto desde el exterior con sus sólidos muros de arenisca y su cubierta a cuatro aguas podía pasar por un palacete rural de época barroca, este caserío encierra en su interior una estructura de madera con postes enterizos y vigas de grandes escuadrías, así como un lagar de viga, que sitúan inconfundiblemente su origen en el siglo XVI.
Semiocultos en la estructura del forjado y formando parte del mismo se conservaban el huso roscado de madera del lagar y su tuerca, también de madera. La propiedad del caserío donó dicho huso y su tuerca a la Diputación, por tratarse de un ejemplar único en Gipuzkoa.
OBRAS SYBVENCIONADAS
Rehabilitación de la cubierta.
IMPORTE DE LA SUBVENCION
Plan 1994: 1.200.000 ptas.