Pequeño templo rural de planta rectangular y cubierta a dos aguas rematadas por un rústico campanil de hierro.
Pórtico con estructura de madera en uno de los lados más largos, desde el que se acede a la ermita a través de un arco apuntado con dovelas.
Ateniéndose a su ubicación, próxima al antiguo camino de la costa entre Getaria y Zumaia, y a los restos que aún conserva, una portada en arco ligeramente apuntado y una Andra Mari de rasgos góticos, no resulta aventurado asignar a esta ermita un origen medieval.
Sin embargo, la primera noticia documental de su existencia nos la proporciona el testamento de Juan Sebastián Elkano, hijo ilustre de Getaria, otorgado cuando se encontraba navegando en aguas del Océano Pacífico el 26 de Julio de 1526. En dicho testamento, Elkano, sintiendo próxima su muerte, efectúa una serie de donaciones a varias iglesias y ermitas guipuzcoanas, destinando concretamente un ducado de oro para esta ermita de San Prudencio.
En el "Compendio Historial de Guipúzcoa", escrito por Lope de Isasti en 1625, aparece citada entre las ermitas de Getaria la de "San Provenzo", santo al que se conocía como "abogado de las calenturas".
Ya en el siglo XVIII, el Padre Larramendi, autor de la "Corografía de la Provincia de Guipúzcoa", aporta el dato de que por entonces se acudía a la ermita de San Prudencio de Getaria para curar los "lobanillos y otros abscesos peligrosos".
Añadiremos finalmente, que en nuestros días, Luis Pedro Peña Santiago, en su libro "Ermitas de Guipúzcoa", además de reseñar las informaciones suministradas por Isasti y Larramendi, deja constancia de la existencia de una costumbre consistente en gastar las piedras que estaban a los pies de la Andra Mari frotándolas con un pedrusco, para utilizar el polvillo resultante como remedio contra los males de cabeza.
La festividad de San Prudencio se celebra el 28 de abril.
Este inmueble está declarado Bien Cultural Calificado por Decreto del Gobierno Vasco 14/2000 de 25 de Enero.
OBRAS SUBVENCIONADAS
Reparación en las cubiertas e implantación de un adecuado sistema de drenaje.
IMPORTE DE LA SUBVENCIÓN
Plan 1989: 3.700.000 ptas.