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SAN JUAN BAUTISTA
Una de las características comunes de las iglesias guipuzcoanas renacentistas es la de que son el resultado de obras de ampliación efectuadas sobre un templo medieval anterior de menores dimensiones, del que perdura como único vestigio su portada principal de acceso; en este caso, una portada en arco apuntado con seis arquivoltas y capitel corrido, datable en el siglo XIII.
Los primeros Libros de Cuentas de las obras de esta iglesia nos muestran al cantero Joanes de Legargoiena y al carpintero Juan de Latiegui participando en su construcción en los inicios del siglo XVII.
Hacia 1627 el maestro cantero Francisco de Landa diseñaba la traza de la capilla mayor, que sería ejecutada por el cantero Domingo de Ulacia para el año 1639. Sin embargo, la mayor parte de las obras de la nave, así como la torre-campanario fueron realizadas en la segunda mitad del siglo XVII.
Las bóvedas fueron construidas a mediados del siglo XVIII por Ignacio de Carrera, siguiendo la traza diseñada por Miguel de Salezan. Entre 1770 y 1773 se construyó el pórtico, aunque sufriría importantes reformas en el siglo siguiente.
Hacia 1770 Juan Elías de Inchaurandiaga dio la traza del retablo principal, que fue realizado por Joaquín Antonio de Verástegui y Antonio de Arsuaga entre 1772 y 1779, encargándose del dorado y pintado del mismo Juan de Gauna, que en 1778 percibió 2.080 reales de vellón por dicho trabajo.
Los retablos colaterales fueron diseñados en 1777 por Antonio de Arsuaga de forma que "hizieren juego con el principal", y quedaron concluidos en 1782 con un coste de 12.112 reales de vellón.
Ya en pleno siglo XIX encontramos referencias acerca del deterioro de las bóvedas y de la existencia de grietas en el muro oriental, así como de las reparaciones efectuadas.
OBRAS SUBVENCIONADAS
Rehabilitación de la cubierta consolidando la estructura de madera y tratamiento antixilófagos del retablo principal.
IMPORTE DE LA SUBVENCION
Plan 1998: 4.000.000 ptas.
Plan 1999: 13.000.000 ptas.
Plan 2004: 3.400 €
