La antigua advocación de esta iglesia, Nuestra Señora del Castillo, su localización, las tradiciones y leyendas en torno a ella que todavía perduran y los restos de piedras con decoración de tipo románico que aún subsisten incrustados en la fábrica de su fachada principal permiten asignar a este templo un origen muy remoto.
El reciente descubrimiento en sus inmediaciones de una necrópolis que en un primer momento ha sido catalogada como perteneciente a los siglos XI o XII arrojará nueva luz sobre sus orígenes.
De los datos disponibles a partir del Libro de Cuentas, así como de las características arquitectónicas del edificio, se deduce que su configuración actual data, en su mayor parte, de finales del Siglo XVII.
Conocemos, sin embargo, algunos detalles de la historia del edificio anterior a su reconstrucción.
Así, un documento fechado en el año 1539 correspondiente a un mandamiento del Previsor de Calahorra, alude a obras realizadas en el Santuario por esas fechas y a la existencia en él de un Beaterio.
En 1611 el mayordomo y las beatas del Santuario solicitaban al concejo el maderamen necesario para edificar una nueva e independiente casa de hospedería. Las obras se iniciaron en 1624 y fueron culminadas en 1645 por Felipe de Madina.
En 1647, Felipe de Uriarte, natural de la villa, mandó construir en el Santuario una capilla dedicada a la Purísima Concepción.
Es en un documento de fecha 6 de Noviembre de 1684, donde se hace alusión a la amenaza de ruina del edificio y a la necesidad urgente de su reconstrucción.
El autor de la traza de la nueva iglesia fue Felipe de Ezcurra. De acuerdo con dicha traza comenzó a construirla José de Ibarra, que fue posteriormente sustituido por el vecino de Salinas, Gabriel de Imaz.
En 1732 se reconstruyeron el muro occidental y la espadaña, bajo la dirección de Juan Bautista de Arbaiza.
Posteriormente, las deficientes condiciones geológicas del terreno obligaron a nuevas reformas, que fueron culminadas a través de una compleja actuación restauratoria.
Iglesia de planta de cruz latina, con una nave de cuatro tramos, crucero y ábside rectangular. Los cuatro tramos de la nave y el ábside se cubren con bóvedas de medio cañón con lunetos que apoyan en arcos fajones de medio punto. El crucero con cúpula sobre pechinas.
Los muros exteriores son de sillería y la cubierta tiene estructura de madera. Corona los muros una cornisa en la que se conservan algunas ménsulas talladas con cabezas humanas de época románica.
En las fachadas destaca la rica portada principal de características barrocas. La fachada correspondiente al hastial está coronada por una espadaña, presentando en su tramo inferior una portada cegada en arco de medio punto.
OBRAS SUBVENCIONADAS
Refuerzo de la cimentación y consolidación de los muros, reconstrucción de los sectores de cubierta y de bóveda siniestrados, acondicionamiento interior del templo y limpieza y consolidación de los retablos.
IMPORTE DE LA SUBVENCIÓN
Plan 1984: 4.000.000 ptas.
Plan 1986: 21.000.000 ptas.
Plan 1987: 4.600.000 ptas.
Plan 2002: 3.000 €