En las proximidades del núcleo de Orendain, junto al antiguo camino que por Abaltzisketa y atravesando Aralar conducía a Navarra, se encuentra la ermita de San Sebastián, Jaun Donosti o Jandosti en el habla popular.
Esta advocación de San Sebastián es muy antigua, considerándosele al santo protector y guía de caminantes y peregrinos, razón por la cual es frecuente encontrar las ermitas a él dedicadas en lugares estratégicos próximos a las vías de comunicación, como en encrucijadas de caminos o al borde de los mismos.
Los cuidadores de esta ermita, moradores del caserío contiguo, también denominado Jaun Donosti, mantienen con orgullo la tradición de tener encendida ininterrumpidamente una vela en el altar "a fin de que ilumine a los caminantes en la noche".
Se trata de un templo rural de reducidas dimensiones, con una nave de planta rectangular y cabecera poligonal, muros de mampostería revocada con esquinales de piedra sillar y cubierta de teja cerámica tradicional sobre estructura de madera. El acceso al interior se efectúa desde un pequeño atrio a través de una puerta adintelada, sobre la cual se lee la inscripción "Sebastian Deunaren baseliza. 1734". Esta fecha sería indicativa del Plan en que se llevaron a cabo las obras de reconstrucción o reforma que dieron a la ermita su apariencia actual, ya que sin lugar a dudas su origen es medieval.
En el interior hay un coro con estructura de madera con las cabezas de algunas de sus vigas talladas. Los cuchillos o cerchas de la armadura de la cubierta están a la vista. La zona del altar aparece presidida por un retablo barroco con una curiosa talla en madera del santo titular.
OBRAS SUBVENCIONADAS
Restauración del inmueble.
IMPORTE DE LA SUBVENCION
Plan 1992: 3.000.000 ptas.