Doña Mariana de Zarauz y Gamboa, Señora de la Casa de Zarauz, fundó, siendo ya viuda, el Convento de Santa Clara de Religiosas Franciscanas, en virtud de Real Previsión y licencia del Rey Felipe III, dadas en Madrid con fecha 1 de Enero de 1610.
Junto con la mayor de sus hijas, María, que había enviudado en 1605, y la menor Clara, obtuvo autorización del Obispado de Pamplona para vivir en clausura, de forma provisional, en su propio palacio, el actual Palacio de Narros. Allí vivieron, en unión de otras cinco religiosas procedentes del Convento de Lerma, desde mayo de 1611, hasta Agosto de 1623, fecha de terminación de las obras del Convento.
Precisamente, cuando ya estaban ultimados los trabajos, el 30 de Agosto de 1623, víspera del día que había de trasladarse la Comunidad al nuevo edificio, fallecería la hija menor de Doña Mariana.
En una ceremonia en la que participaron el clero y vecindario de Zarautz, su cuerpo fue transportado con gran solemnidad desde el Palacio de los Zarauz al nuevo Convento de Santa Clara, en cuya iglesia recibió sepultura.
El Convento es una edificación severa de líneas, austera en el uso de los materiales y con pequeños vanos en fachada, regularmente distribuidos.
La iglesia es de planta de cruz latina y ábside ochavado. Los tres tramos de la nave y las capillas se cubren con bóvedas de medio cañón, sustentada por arcos fajones y torales de medio punto que descargan en pilastras. El crucero se cubre con una cúpula esférica que descarga en los arcos torales.
Los muros exteriores son de sillería de piedra arenisca, y están reforzados con estribos. Una espadaña de tres huecos remata la fachada.
OBRAS SUBVENCIONADAS
Reparaciones en el tejado de la iglesia y renovación de canalones y bajantes pluviales.
IMPORTE DE LA SUBVENCIÓN
Plan 1985: 1.500.000 ptas.