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LILI
El caserío denominado Lili-bea, que aparece actualmente adosado al Palacio de Lili y comunicado con él interiormente, debió ser la casa-solar del linaje de Lilí, uno de los más antiguos de Gipuzkoa.
Su acceso en arco apuntado y fundamentalmente el ventanal geminado con parteluz, con pequeños arcos de medio punto, permiten situar su origen en el siglo XIV.
Creemos que el Palacio es de época posterior, como resulta del examen de sus elementos constructivos y del análisis de los datos históricos que disponemos en torno a la familia Lilí.
Por una parte nos encontramos con que la portada del Palacio, en arco de medio punto, los ventanales, apuntados todos ellos, crestería que remata la fachada, los garitones adornados con bolas y la propia planta del edificio, cuadrangular y con patio interior, nos sitúan en la época del reinado de los Reyes Católicos, es decir, finales del siglo XV o comienzos del XVI.
Por otra, sabemos que Domenja de Lilí, hija de Juan Beltrán de Lilí y Catalina Hurtado de Mendoza, recibió de su hermano Enrique, en 1475, el condado de Alacha y todos los bienes raíces de la casa de Lilí.
El casamiento de Domenja de Lilí con Juan Pérez de Idiáquez, perteneciente a la poderosa familia de los Idiáquez de Azkoitia, colocaría a este matrimonio en una situación económica lo suficientemente boyante como para erigir no sólo el Palacio, sino las dos ferrerías que se encontraban en sus inmediaciones, una de ellas datable por una inscripción en 1492, así como la casa denominada Jantzi-Etxe o Portalekua, ubicada a la entrada de la villa tras cruzar el puente del río Urola.
Este palacio fue en su origen un edificio de planta cuadrangular con patio central.
Hoy la mitad del palacio está en ruinas y el resto ha sido muy transformado interiormente.
Destaca la fachada principal, construida con sillería de piedra caliza, que conserva restos de la crestería que remataba la cornisa, así como los garitones de los ángulos, gárgolas, canecillos, etc...
Presenta un acceso en arco apuntado con grandes dovelas, sobre el que se abre un magnífico vano en arco también apuntado con tracerías góticas. Cinco ventanales dobles en arco apuntado y regularmente distribuidos completan los huecos correspondientes a la planta noble. Una sencilla cornisa protege estos cinco vanos. Aparecen otros huecos similares aunque de menor tamaño, en la última planta.
Este inmueble está declarado Bien Cultural Calificado por Decreto del Gobierno Vasco 265/1984 de 17 de Julio.
OBRAS SUBVENCIONADAS
Estudios históricos y arqueológicos para la redacción de un proyecto de restauración.
IMPORTE DE LA SUBVENCIÓN
Plan 1986: 1.151.270 ptas.
